Cuando hablamos de la inyección de combustible, estamos hablando de altos niveles de precisión, en los que las tolerancias se expresan en micras (1/1.000 milímetros). La creciente demanda de emisiones más limpias han llevado a los diseñadores de motores a desplazar su centro de atención hacia los productos de la tecnología de postcombustión. En resultado ha sido la introducción de un volumen superior de aire de combustión sobrealimentado, una tasa de compresión elevada y, en consecuencia, presiones de inyección más elevadas y uniformes. Normalmente esto solo se consigue reduciendo las holguras de funcionamiento de las piezas móviles.

La bomba de inyección de combustible no se ocupa exclusivamente de inyectar combustible a alta presión y a alta velocidad. También se ocupa de suministrar la cantidad adecuada de combustible en un momento determinado, de iniciar y finalizar el ciclo de inyección en un momento sumamente preciso, de desplazar el volumen necesario de combustible para producir la potencia esperada, de mantener una presión residual efectiva dentro de la tubería de alta presión entre los ciclos de inyección, de reducir los picos de presión para evitar impulsos de inyección secundarios y fuera de tiempo, de responder rápidamente a las variaciones de carga repentinas, de realizar cortes de combustible para paradas de emergencia, entre otras funciones destacadas.

Fluid Mechanics LLC constituye el principal centro estratégico en el mundo de distribución de piezas para Woodward L’Orange GmbH: una pionera y líder del mercado en tecnología de inyección de vanguardia. Woodward L’Orange presta soporte a todos los fabricantes de motores diésel de gran tamaño más importantes del mundo y al sector industrial “fuera de carretera”. La capacidad innovadora de Woodward L’Orange, sus extensos conocimientos y más de 80 años de experiencia se encuentran a plena disposición de nuestros clientes.

Los sistemas de inyección de alta presión de Woodward L’Orange garantizan reducidas emisiones contaminantes, un bajo consumo de combustible y una larga vida útil. Estos eficaces sistemas de inyección son básicos para unos motores diésel respetuosos con el medio ambiente con una potencia de entre 1.000 y 40.000 kW. Las altas presiones dentro de los sistemas de inyección de combustible (de hasta 2.500 bares) exigen las máximas tolerancias de producción posibles inferiores a 0,001 mm y la mayor pulcritud durante todo el proceso de producción.